Por Lehdía Mohamed Dafa
Un encuentro de jóvenes mujeres saharauis, a finales de abril,
organizado por la Liga de Estudiantes y Jóvenes Saharauis en el Estado Español,
(LEJSEE) ha suscitado violentas reacciones en amplios sectores de la comunidad saharaui.
Como viene ocurriendo cada vez que lo que se dice se sale del guión oficial
y cansino de la mitología en torno a la mujer saharaui, una legión de “moscas electrónicas”(1) salen a zumbar con argumentos cargados de ira y misoginia, pero ayunos de
razón. Esta vez, el centro de la diana de los ataques ha sido el logo del evento.
La imagen del cartel son tres mujeres una de las cuales, ¡oh blasfemia! no
lleva melhfa. Pero lo que ya ha desquiciado completamente a los moscardones ha
sido la cruz que “colgando” de un circulo, representa un símbolo
feminista y que también lo es del sexo femenino en general. Desde una profunda
ignorancia, no exenta de soberbia, una y otra vez se reafirman en un coro de
zumbidos que la cruz (símbolo del sexo femenino) es una representación del
cristianismo, y que esto es el colmo de la occidentalización en el que se
encuentran sumidas las mujeres saharauis en el extranjero, que ya no respetan
ni la identidad saharaui, ni lo que es mas grave, su fe en el Islam. Y eso, a pesar de que muchas mujeres y algunos hombres
han intentado explicarles, en vano, que el círculo con una cruz invertida debajo
es anterior al cristianismo, que data de las antiguas civilizaciones faraónicas,
denominándose “cruz ansada”,"llave de la vida" o "cruz
egipcia"; que también, en muchas regiones de África aparecen las muñecas “ashantis”
de la fertilidad, que tienen esta forma de cruz; y que además, es la representación
del símbolo astrológico de Venus, el símbolo alquímico del cobre, y es el símbolo
del sexo femenino y por extensión del feminismo. ¡Pues no ha habido manera!
Muchas jóvenes saharauis se están
viendo obligadas a insistir una y otra vez en la necesaria y conveniente diversidad
que debe tener la sociedad saharaui, como cualquier otra, y que por ello, no se
puede tolerar el dedo acusador y la estigmatización de las mujeres sin melhfa, a las que ademas se juzga, con el mayor descaro, que han perdido hasta su
condición de saharauis. Siguen obsesionados con nuestros cuerpos y su veladura,
asociando esta al buen creyente, al honor familiar o a la tradición. Es el
delirio de la intolerancia y la ignorancia.
La Liga de Estudiantes y
Jóvenes Saharauis en el Estado Español no ha podido soportar el peso de las
críticas y la censura, y ha emitido un comunicado donde anuncia su intención de
rectificar el logo de la discordia, intentado así reparar el daño causado.
Alegan que lo mas importante para ellos es mostrar su disposición al servicio
de la causa nacional. Llegados a este punto, no podemos olvidar que esta
organización, al igual que las más de 75 registradas en los
campamentos, los territorios ocupados y la diáspora, forman el entramado civil
del Frente Polisario, que trata de encuadrar nada menos que a toda una sociedad
bajo su férula. Mientras las distintas organizaciones no dejen de ser meros
satélites del Frente para trabajar con libertad y autonomía por los ideales de
una vida mejor de cada uno de los sectores que representan, seguiremos siendo
un pueblo subyugado.
Ceder ante los ataques, la
intimidación, el chantaje y la intoxicación de estos ejércitos de “moscas
electrónicas” que patrullan las redes sociales y controlan algunos medios que
presumen de independencia y progresismo, es claudicar en las aspiraciones de
libertad y pluralidad. Necesitamos el oxígeno del pensamiento y la palabra
libre, necesitamos aprender el andar de la tolerancia y el respeto, y las normas
y la democracia harán el resto para asegurarnos un futuro como pueblo y como
nación.
(1) Denominación acuñada en las redes sociales del mundo árabe, que se
popularizó durante la crisis de Qatar, para describir el rol de los
oficialistas e intolerantes, que bajo perfiles anónimos siempre están al ataque ante
cualquier idea o pensamiento crítico.
Madrid, 8 de abril de 2019
Magnifica entrada y excelente blog, felicitaciones hermana.
ResponderEliminarLo que le falta a nuestras nación es una profunda autocrítica. Tan solo así podremos ver los fallos del Frente y la escasa libertad de la que tanto carecemos en todos los ámbitos. Tan solo la democracia, la libertad personal y la voz del pueblo saharaui en su forma más nítida y directa son la verdadera solución.
P.D. Te invito a vistar a mi blog: https://madeinmayu.blogspot.com/