por Abdalahi Salama Machnan
Precios de los alquileres- Tinduf- junio 2019 (1).
(1) Elaboración propia, a partir de números orientativos, obtenidos mediante una aproximación del canje de divisas entre el Dinar y el Euro a fecha de mayo de 2019.
Un severo verano más, que se suma a los cuarenta y tres últimos, que los saharauis han soportado en las inhóspitas tierras desérticas del sur de
Argelia. A pesar de ser una certeza, siempre parece sorprendernos. Unas temperaturas que superan la barrera de los 50 grados centígrados,
en una de las olas de calor más intensas registradas en las últimas
décadas.
La canícula invita a soñar a muchos habitantes del planeta; para
afrontar en condiciones este período caluroso del año, se planean las
vacaciones, las familias se organizan para ir a refrescar en las playas,
en los ríos, activan el modo letargo: Una larga temporada de reposo,
descanso, entumecimiento y desconexión. Se posponen decisiones hasta el
nuevo curso. Los que gozan de estos privilegios de ensoñar con estos
pensamientos tienden a considerarlos normales; lastimosamente, no es así
en nuestro caso. Somos una extremidad de un cuerpo social con una
elevada proporción de sus miembros al margen de las posibilidades de
algunos, de disfrutar, si no de un merecido descanso, si de una “tregua”
pactada, para soportar las inclemencias meteorológicas y renovarnos.
Las estadísticas nos suministran una imagen cruda, según la cual, las
familias saharauis que se pueden permitir el lujo de hacer frente a un
alquiler veraniego en la ciudad argelina de Tinduf, para resguardarse de
las fuertes olas de calor, es de un 18,7% aproximadamente, el 81,3%
restante ha asimilado las inmisericordes leyes del mercado libre, las
cosas no son baratas. Paradojas del capitalismo, las condiciones de vida
actuales ofrecen una panorámica desoladora de la sociedad que nos ha
tocado vivir. En muchos de nuestros hogares decir vacaciones no tiene
sentido: sencillamente no las pueden hacer ni las harán nunca. En suma, una sociedad, la nuestra, profundamente dividida en lo material
y lo social, con proporciones de familias e individuos para los que no
tienen ningún tipo de ingreso económico, ni pueden hacerle frente ni
siquiera a las tarifas del transporte privado que cubre las rutas
diarias entre los cuatro campamentos, la capital administrativa Rabuni y
la ciudad argelina de Tindouf. Es una situación que nos obliga a una
reflexión profunda y a una actuación pública inmediata.
Precios de los alquileres- Tinduf- junio 2019 (1).
(1) Elaboración propia, a partir de números orientativos, obtenidos mediante una aproximación del canje de divisas entre el Dinar y el Euro a fecha de mayo de 2019.
El modelo neoliberal de la economía capitalista ha grabado a fuego el dogma, según el cual: la clave no es proveer en la abundancia sino administrar precios en la escasez.
Los alquileres en Tinduf entre los meses de cctubre hasta abril son
asequibles, junio será caro, julio y agosto puede serlo más. Pero, ya se sabe, no hay más cera que la que arde. Y así, en nuestra
situación, continúa sorprendiendo el desapego de la clase política
dirigente respecto de: el encarecimiento del nivel de vida de la cesta
básica de alimentos, la falta de control del gasto público, la nula
política fiscal de la recaudación de impuestos, la falta de políticas
claras que luchan contra la pobreza y la desigualdad. Estamos ante
escenarios nuevos que la mayoría de los economistas denominan ≪la cuarta
revolución industrial≫, tenemos la opción de dejarnos llevar por esa
ola del cambio o dejar que nos arrolle. A los ciudadanos de a pie, de una u
otra forma, no nos quedan más remedio que adaptarnos a esta
transformación y, en muchos casos pagando un alto precio por ello, aquí
en los campamentos tenemos la sensación de que los políticos no están
implicándose lo suficiente para que salgamos de este atolladero que dura
ya más de cuatro décadas, sino que, además, continúan enfrascados en
sus guerras sucias, diseñar macabras estrategias de cara a ganar un
puesto en la casa amarilla en la próxima cita congresual.
El escenario político que estamos viviendo actualmente es deprimente, un
presidente sin poder ejecutivo, diputados de trayectoria intachable que
presentan su carta de dimisión. La política se ha convertido en un
teatro en el que la charlatanería, tanto en los medios de comunicación,
las instituciones y las redes sociales, es la táctica por todos
utilizada. En líneas generales nuestra política nacional está
desincentivando la confianza del ciudadano en las instituciones y la
imagen del gremio político, la mesura, el raciocino y el sentido de
Estado han sido sustituidos, entre otras muchas cosas, por la codicia,
la hipocresía, la inmoralidad, el embuste y la calumnia. La vieja
política con sus viejos políticos ha terminado, pero los viejos
políticos no quieren dejar a su obsoleto sistema. Se aferran a la silla.
Al final, no podemos tolerar a que haya entre nosotros a un segmento de
nuestra sociedad invisible, son legión y están aquí entre nosotros,
ausentes e invisibles solo para los que no quieren verlos. No brindar un
futuro adecuado a toda la población saharaui, no es simplemente
injusto, es exponencialmente estúpido económicamente hablando.
15 julio 2019
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