miércoles, 11 de marzo de 2015

El informe OLAF y la discusión en la Eurocamara sobre la corrupción en los Campamentos de Refugiados Saharauis


La historia de la Ayuda Humanitaria siempre ha contado con una trastienda (ver el libro “El Espejismo humanitario” de Jordi Raich) donde habitan las mas variadas corruptelas, sobornos, intereses inconfesables y chanchullos; y no por ello deja de haber poblaciones, que por distintos avatares, se ven necesitadas de recibirla.

Una parte fundamental de la Ayuda Humanitaria a los Refugiados Saharauis es el suministro  de alimentos. Estos, y su financiación, llegan donados por organismos internacionales como FAO, PAM, ECHO y ACNUR; por ONGs como Cruz Roja u OXFAM; y por numerosas caravanas organizadas por el movimiento solidari, especialmente el español. Las familias, por su parte, reciben la denominada canasta básica: farináceos, aceite, azúcar, legumbres, y últimamente algunas verduras y fruta, que les da aproximadamente para medio mes. Otra parte de los alimentos enviados, lamentablemente, acaban siendo comercializados tanto en las pequeñas tiendas de los comerciantes en los Campamentos, como en Tinduf y Mauritania. Afortunadamente las familias van consiguiendo, y cada vez mas, con pequeños trabajos, las remesas de los emigrantes, y las ayudas de las familias de acogida, unos mínimos ingresos que les permiten completar la alimentación y disponer de unos pequeños recursos para otros gastos corrientes.


En un reciente artículo de Ignacio Cembrero publicado por “El Mundo” se informaba de un próximo debate en la Eurocamara sobre la corrupción de la ayuda donada, a partir de los datos aportados por el aparcado informe OLAF, sobre el desvío, “fraude masivo” en el titular, de la ayuda. Y como esta podría verse recortada como consecuencia de ello.

Es un lugar común, distinguir entre la posición del pueblo español en relación al conflicto saharaui y la mantenida por sus distintos gobiernos. Parece de recibo, por tanto, distinguir entre el pueblo saharaui y el Frente Polisario, por muy legitimo representante que éste pueda ser de aquel. Y por tanto, cuando se habla de corrupción no conviene golpear en cabeza ajena.

Creo que va siendo necesario poner en marcha algunas políticas, instrumentos independientes y procedimientos que permitan fiscalizar y dar transparencia a las cuentas y los activos que la RASD/F. POLISARIO recibe y administra, si no se quiere que el descrédito moral siga en aumento con graves consecuencias para la causa y lo que es mas importante para todos y cada uno de los saharauis. No basta, como pasó hace unos años, con que el Parlamento Saharaui repruebe a 8 ministros, si estos a renglón seguido no dimiten o son cesados. Es imprescindible que la justicia saharaui se refuerce y no haga dejación de sus obligaciones sancionando lo que hasta para el Islam es haram.

Nadie a estas alturas ya se asombra de que en pleno refugio haya una élite de saharauis adinerados, que todo el mundo conoce. Pero si es preocupante la forma en las que estas fortunas se han ido fraguando y se siguen alimentando, porque si estás tiene su origen y fundamento en la existencia de los Campamentos, la solución del conflicto político nunca llegará.

Lehdía Mohamed Dafa
11 marzo 2015

PD. El 23 de marzo de 2015 se ha presentado en la Parlamento Europeo la siguiente propuesta de resolución















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