jueves, 19 de mayo de 2016

Maloma (2ª Parte) La imposible supervivencia identitaria en el aislamiento

Se habla muy poco de la estructura tribal de la comunidad saharaui y de la mayoría de las sociedades árabes. Dicha estructura tribal, funcional para la supervivencia en un medio hostil como el desierto y que históricamente dio lugar a permanentes luchas y conflictos, fue sacralizada por el Corán (Sura "Los aposentos", 13) (1). De tal forma, que sólo en el "pequeño paréntesis" revolucionario, bajo la dirección del Frente Polisario, y en las circunstancias excepcionales de guerra con Marruecos, tanto por la necesidad de fortalecer la unidad, como por la hegemonía de una ideología y narrativa filosocialista, el tribalismo fue proscrito y permaneció hibernado. Pero a medida que el movimiento fue parándose, por el lastre de un liderazgo incompetente para un escenario de alto el fuego y negociación, y cuando fueron creándose los inevitables intereses derivados de la administración de la ayuda humanitaria, el tribalismo ha ido despertando del letargo, y hoy, aunque ni el Polisario, ni el movimiento solidario quiere hablar de ello, está mas presente que nunca y es un vector fundamental sin el cual es imposible entender ninguno de los acontecimientos, incluida la evolución errática del caso Maloma.

                                                                                                                                                                                                                                       (c) PepeFotos
Las mujeres saharauis no solo tenemos que vencer los tabúes, represiones y desigualdades impuestos por una sociedad netamente patriarcal, sino que además, tenemos que deconstruir la falsa imagen de mujeres liberadas y avanzadas que ha ido vendiendo el Polisario (con éxito) por el mundo para granjearse apoyos y simpatía. Una propaganda articulada en torno a la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS), que no deja de ser una organización mas, integrada y al servicio del Frente. Una correa de transmisión en la lucha por la autodeterminación, que pospone cualquier reivindicación en favor de la libertad e igualdad de género, de los derechos de la mujer y su autonomía, a la consecución de una victoria que no acaba de aparecer en el horizonte. Necesitamos, como la lluvia, una auténtica organización y movimiento de mujeres, independiente y reivindicativa. Mientras, los dirigentes del Polisario, con el prestigio mermado por su incapacidad de renovar sus políticas y adecuarlas a la nueva escena internacional, primando los equilibrios tribales sobre los méritos, lastrados por la sombra sobre el origen de sus patrimonios, sin autoridad moral sobre la población y solo reconfortados por los halagos de una "izquierda regresiva"(2) y algunos sectores del nacionalismo mas rancio, asisten perplejos al desmoronamiento del prestigio de la causa saharaui. 

También hay que decir, que los casos de Maloma y del resto de mujeres saharauis privadas de su libertad, no son algo extraño a lo que ocurre en muchas latitudes del mundo árabe y musulmán, donde la mujer no puede ejercer todos sus derechos, víctimas de una sociedad patriarcal con profundas desigualdades de género de inspiración divina. Nuestra religión incapaz de renovarse sigue mirando con nostalgia al resplandeciente Islam del siglo VII. Y busca soluciones en aquel, a la desorientación y desconcierto que provoca un mundo global en el que la tecnología modifica radicalmente comportamientos sociales y deja expuesta la obsolescencia de nuestras creencias y tradiciones.
Tratar de preservar a cualquier precio el "paquete completo" de una identidad monolítica, que como todas, tiene valores sociales funcionales y zonas sombrías (reliquias de otros tiempos) es un torpe empeño en no compartir lo mejor de los otros, integrándonos en la corriente de la historia desde la fuerza de nuestra cultura. Para muchos, la única posibilidad de supervivencia de su identidad es un aislamiento imposible, que les hace estar permanentemente vigilantes a la contaminación occidental, o en casos extremos, caer en el fanatismo político-religioso, que conduce al siniestro destino de convertirnos en el nuevo enemigo del mundo civilizado.

Lehdia Mohamed Dafa
15 mayo 2016

(1) Sura Alhujarat, aleya 13 
(2) Ana Soage 10/03/2016 "La izquierda regresiva". El Pais 


1 comentario:

  1. Enhorabuena,este blog es un motivo de esperanza para la construcción de la hermandad intercultural, que necesitamos "como la lluvia". Salud y alegría

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