martes, 29 de marzo de 2022

"La Carta de Sánchez"

Estaremos de acuerdo que en política, y más si cabe en lo tocante a las relaciones exteriores y diplomacia, las formas son fundamentales, y siendo parte del mensaje, éstas deben ser objeto de análisis e interpretación. 

No parece que sea necesario abundar que “la Carta de Sánchez” ha sorprendido a todos, además de por las faltas de ortografía y “nocturnidad”, por el momento elegido, en plena crisis por la invasión de Ucrania. Se diría que el presidente Sánchez está dotado para la improvisación, el solipsismo y la inoportunidad; sin llegar a pensar lo que del texto parece desprenderse: un desconocimiento supino de lo que se ha venido a denominar el “expediente del Sáhara” y de cómo se las gasta el majzén cuando olisquea la debilidad en este país, España, al que según el presidente le une el “afecto” y la común “amistad”. 

Pero vayamos a lo esencial. Se dice que “la Carta” representa un cambio de la posición tradicional de España en el conflicto del Sahara; y para el Frente Polisario y afines una segunda traición. Pero en realidad “la Carta” es solo la opinión y los deseos de Pedro Sánchez, ni siquiera la posición del Gobierno de España, un órgano colegiado, cuyos socios, Podemos, desconocían (y por tanto el conjunto del gobierno) y no comparten; y mucho menos la del Parlamento español, representante de la nación, que a juzgar por la comparecencia del ministro Albares en la Comisión de Exteriores mayoritariamente rechaza tanto en las formas como en el contenido. En resumen, de la susodicha “Carta” sólo responde Sánchez y en todo caso el partido que en este momento le apoya, el PSOE. No es de extrañar que el rey de Marruecos, mas allá de ordenar el regreso de la embajadora, no haya, que sepamos, ni siquiera respondido a la misiva y mucho menos comprometerse a esa “nueva relación” “basada en la transparencia” y en la “abstención a toda acción unilateral” que Sánchez “espera con impaciencia” como si de una carta a los Reyes Magos se tratara.

La “Carta de Sánchez”, un presidente que se mantiene al frente de un gobierno débil por la falta de acuerdos estructurales con sus socios y sustentado en una frágil e inestable mayoría parlamentaria, ha provocado una nueva crisis política interna, que se suma a la del alza insostenible de los precios de la energía, a los nuevos retos de seguridad en los países de la UE y la OTAN y al independentismo de la mitad de la población de Cataluña; y todo ello en un clima de falta de diálogo y sin el más mínimo entendimiento con los partidos de la oposición. Vuelve la embajadora de Marruecos y sale el embajador argelino, con cuyo gobierno España tendrá que renegociar los precios del gas una vez que venzan los contratos en vigor. Ceuta y Melilla seguirán siendo irrenunciables para Marruecos, que además volverá a utilizar la inmigración ilegal cuando lo crea conveniente a sus intereses. 

En cuanto al Plan de Autonomía marroquí, ese que Sánchez califica como “la base mas seria, realista y creíble para la resolución de este diferendo” y que sin duda es una opción sobre la que los saharauis deberían poder pronunciarse si se ofrecen las garantías de cumplimiento necesarias, junto a otras propuestas, parte lastrado por la falta de credibilidad de un régimen, una monarquía cuasi absolutista, que acapara la mayor parte del conjunto de los poderes de un Estado sumamente centralizado, propietaria de sectores básicos de la economía y en el que no se respetan los derechos fundamentales y libertades de los habitantes de los territorios de las antiguas colonias de España: el Sáhara Occidental y el Rif.

Para los saharauis, tanto los refugiados en Argelia como los que conviven con los marroquís en el Sahara bajo dominio de Marruecos y los que nos encontramos viviendo en otros países en un proceso irreversible, y a mi juicio beneficioso, de enriquecimiento de identidades y ampliación de oportunidades, la posición de España, como nación que en el 75 abandono la provincia, y mas allá de que no logré desprenderse de su estatus de potencia administradora con la dificultades inherentes que su ejercicio conllevaría, siempre ha sido y sigue siendo la de un país que se siente comprometido y solidario con el pueblo saharaui, pero cuyos gobiernos se muestran incapaces, poniéndose de perfil, de liderar un proceso, en el marco de Naciones Unidas y con los países implicados, que desde distinto planos permita impulsar una solución política sobre la soberanía del territorio y ofrezca a los saharauis un conjunto de derechos, oportunidades y condiciones de vida, que después de tanto sufrimiento y misera, merecen. En su descarga es de justicia reconocer que nadie ha dicho que fuese fácil

 Lehdía Mohamed Dafa 

29 marzo 2022

1 comentario:

  1. Lo sucedido merece ser analizado. Y de hecho, se han vertido muchas opiniones. Hacertadamente has dicho que es un cambio que incumbe a perdo Sanchez y a su partido. Yo igualmente, creo lo mismo y creo que en el fondo no modifica la situacion legal del territorio, pero si en el terreno politico, es un aliento para marruecos para ir arrancando adeptos a su postura y eso es lo preocupante.
    Elmami Brahim

    ResponderEliminar