Por Abdalahi Salama Machnan
La basura política desborda los contendores. Huele a putrefacto, el sistema de la casa amarilla “Rabuni” se ahoga en sus propias heces. Un sistema de corrupción y latrocinio en el que una casta política ha medrado sin cortapisas, y ha fijado como doctrina oficial desde hace mucho tiempo: “La política de Las puertas giratorias”.
Nadie pone en duda que durante los últimos años, gran parte de la élite política Saharaui ha estado alternando carteras de ministerios diferentes una y otra vez, un guión que se ha exportado al escenario político del Reino de España, donde los actores son nuestros delegados.
Puertas que se giran y personal que se turna por las diferentes comunidades. Nada cambia, todo es estático. Las llaves de estas puertas están a buen recaudo por el guardián de la curia para dar bienvenida al mismo cónclave. La sucesión de abusos y excesos de esta clase política no han cesado aún, sus escándalos de corrupción, o los vergonzosos privilegios que ellos mismos se autoadjudican es un autentico atraco contra la causa saharaui.
La evidencia de los últimos tiempos supera todas las conjeturas, y no deja lugar a duda, de que es necesario poner fin a tanta impunidad y regenerar el sistema estableciendo verdaderos mecanismos, debe existir un control popular, a través de asambleas de electores que puedan destituir a los cargos públicos. Debe dotar a la justicia de más autonomía y endurecer el código penal.
Esta casta política se ha vuelto más intransigente, arrogante y chulesca. La casta está tan asustada por perder a sus privilegios, que recurre a la política del miedo para asustar a quienes ya lo han perdido todo (ilusión, confianza, dignidad, estado de derecho, equidad, justicia), a quienes todo se lo ha robado la casta. En cada aparición pública, o supuesta reunión política del consejo ejecutivo entre las paredes de la casa amarilla, la casta y sus afines vierten una cantidad obscena de suposiciones subjetivas y campañas de distracción (recogida de basura en las Wilayas, estado de alerta, toda indignación ciudadana es un plan del enemigo), con las que tratan de hacer extensivo al resto del pueblo Saharaui un miedo que en realidad solo sienten ellos. Lo suyo es esconderse, mentir y difamar, no tienen espacio libre en este cerebro contaminado con el que pensar en cosas constructivas. Sean críticos, claro que sí, pero sean honestos y dejen de asustar y comiencen por decir, paso a paso:
- Qué nos espera en el año 2015, en el que todo indica que será decisivo para la causa.
- Qué van a hacer con las puertas giratorias, por la que entran amiguetes y en base a criterio tribal.
- Qué van a hacer con el caos y la anarquía administrativa que han creado.
- Van a continuar echándole a los demás la culpa o van a ponerse a trabajar seria y honestamente de una vez y por todas.
- Van a darles soluciones reales y eficaces al ciudadano, o esperan que la inercia del tiempo lo haga.
- Qué harán con los corruptos que han desfalcado caudales públicos, y han sopesado qué hacer con dinero off shore.
Por Sahara Libre e Independiente
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